Diversas instituciones como el “Foro Económico Mundial” (WEF por sus siglas en inglés) han advertido sobre los serios desafíos alimentarios que se derivan de la invasión rusa a Ucrania y que impactaran en los siguientes meses y tal vez años.
Rusia y Ucrania son dos de las principales naciones exportadoras de alimentos básicos para una parte relevante de la población mundial. Entre ambos representan más del 60% de las exportaciones mundiales de aceite de maravilla, 23% del trigo, 19% de la cebada y 18% del maíz. Además del efecto directo en las necesidades alimentarias de las naciones, este hecho es un contribuyente a la inflación global que se está agudizando en las últimas semanas. Todavía no conocemos otros eventuales efectos de esta reducción de la producción global de alimentos.
Por otra parte, el CEO de “Yara Internacional”, una compañía noruega de fertilizantes, de las más grandes del mundo, Svein Tore Holsether, dijo recientemente a BBC: “La guerra en Ucrania provocará un impacto en el suministro global y el costo de los alimentos.” Yara International, opera en más de 60 países y compra cantidades muy considerables de materias primas esenciales, gas natural y fertilizantes, para producir alimentos, en Rusia.
Rusia produce además enormes cantidades de nutrientes, tales como potasa y fosfato, ingredientes claves que permiten el crecimiento de plantas y cultivos. La mitad de la población mundial obtiene alimentos como resultado del uso de fertilizantes y si esto se elimina del campo para algunos cultivos, las consecuencias pueden ser muy serias.
Así, las cadenas de suministro de alimentos, que ya estaban muy desafiadas por la pandemia de Covid-19 y todas sus derivadas, tienen por delante un nuevo desafío para proveer alimentos a millones de personas en distintas regiones del mundo.
Moverse rápido en las fábricas y en las cadenas de distribución incluso antes de esta crisis podía ser un desafío importante que a menudo deben realizar algunos trabajadores de estas empresas, para satisfacer a tiempo tanto las necesidades de recepción de materias primas, así como de producción y el despacho a distribuidores y clientes. Con los nuevos desafíos e incertidumbre la situación puede ser aún más compleja.
Por su parte, desde hace ya algún tiempo, diversas empresas de alimentos están usando Exoesqueletos Industriales para ayudar a sus trabajadores a laborar más cómodamente y desarrollar sus tareas con menos esfuerzo muscular. A menudo, además, los trabajadores con este tipo de soluciones tecnológicas pueden realizar su trabajo con menos esfuerzo muscular, llegando incluso a alcanzar mejores indicares de productividad en labores manuales.
Nuestro Propósito en Andes Levers es ayudar a las empresas a reducir los TME derivados del Manejo Manual de Cargas de sus colaboradores.
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